Mentirigillas de la historia.
No, Walt Disney no está congelado
Lo que nos han contado. Que Walt Disney (1901-1966, EE.UU), creador del ratón más famoso
del mundo y de un imperio de entretenimiento infantil, lleva 52 años congelado
cual lomo de merluza esperando que llegue el momento en que los avances
científicos permitan devolverle a la vida.
Lo que realmente ocurrió. “La única verdad es que este hombre está hecho
polvo literalmente. En 1966, Disney fue reducido a tres kilos de cenizas tres
días después de su muerte por cáncer de pulmón”, asegura la especialista Nieves
Concostrina en la sección Pretérito
imperfecto, en La ventana,
programa de La Ser. “Lo de la congelación fue una patraña desde el principio”,
añade. ¿Por qué entonces seguimos creyendo que está criogenizado? El hecho de
que su funeral fuera íntimo no ayudó a atajar los rumores. Muchos percibieron
este funeral como un acto secreto en vez de como algo íntimo. La familia ni
desmentía ni confirmaba. Simplemente dejó que el rumor sobre la congelación de
Disney creciera para alimentar la leyenda. Pero uno de los grandes responsables
de que hoy sigamos creyendo en la criogenización de Disney es Salvador Dalí. El
pintor catalán, que se creyó la historia de principio a fin, dijo públicamente
que él quería ser congelado como su amigo Walt Disney. Y el mundo dio por hecho
que, efectivamente, el creador de Mickey Mouse descansaba en un congelador.
Carlos II 'El Hechizado' ni estaba hechizado ni tenía
tantos defectos físicos
Lo que nos han contado. Carlos II (1661-1700), fruto de cuatro generaciones
abrazando la endogamia, es presentado en las clases de historia, en los libros
y allá donde se le nombra como el Rey Hechizado. Una forma amable de
meterse con personalidad torpe, ¿Por qué? La historia asegura que su cuerpo y
su mente eran débiles. El rey murió sin descendencia debido a problemas de
salud que le provocaban impotencia.
Lo que realmente ocurrió. No hay ninguna certeza de que la degeneración de
Carlos II fuera tal. Sin embargo, tras su fallecimiento la historia se encargó
de maquillar su aspecto y atributos en pos de favorecer al monarca entrante,
Felipe V de la casa de los Borbones. “Se utilizó la vapuleada imagen del monarca
para enaltecer y legitimar al nuevo rey. La imagen de la degeneración de los
Austrias pretendía reflejar la decadencia española del momento. Era una forma
de denigrar a los últimos Austrias. Pero no existen pruebas de que Carlos fuera
impotente, como se dice, ni de que tuviera problemas físicos derivados de la
endogamia, como también se ha comentado”, explica José Carlos Rueda, profesor
de Historia Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid.
Van Gogh no se arrancó la oreja
Lo que nos han contado. La historia, repetida hasta la saciedad, asegura
que en 1888 el pintor holandés Vincent Van Gogh, en
un arrebato de locura tras discutir con su amigo, el también pintor Gauguin, se
arrancó con una cuchilla de afeitar la oreja izquierda. Oreja que más tarde,
envuelta en un trozo de tela, el autor de cuadros tan famosos como La noche estrelladaentregó
en mano a una prostituta llamada Raquel.
Lo que realmente ocurrió. La verdad supera una épica ficción que incluso
dio nombre a un grupo español de música pop. Según declararon los académicos
alemanes Hans Kaufmann y Rita Wildegans en un reportaje de la BBC publicado en 2009, fue Gauguin quien, en plena
disputa, le seccionó parte del lóbulo izquierdo con una espada. Para proteger a
su (a pesar de todo) colega, Van Gogh contó a la policía la popular versión de
la autolesión. Es decir, ni Van Gogh se quedó sin una oreja –solo perdió un
trozo de lóbulo– ni fue él mismo quien se la corto debido a su inestabilidad
mental.
La tumba de Tutankamón no la descubrió el niño aguador
Lo que nos han contado. En 1922, el arqueólogo Howard Carter
–descubridor de la tumba de Tutankamón– contó
durante una charla que dio en EE.UU. que el primer escalón de la tumba lo
encontró un niño egipcio que llevaba agua a los trabajadores de la excavación.
A partir de ese momento al niño se le empezó a conocer como el niño aguador.
Lo que realmente ocurrió. ¿Por qué inventó Carter a este niño?
“Probablemente, para darle un toque romántico a la historia. Pero el
descubridor no contaba con que se le acabaría yendo de las manos y que, a pesar
de la falta de pruebas, tras su charla la noticia se tomaría como si fuera
real. Hoy incluso el niño aguador aparece en libros académicos”, explica Nacho
Ares, presentador del programa de radio Ser
Historia. La familia Abd El Rassul, hijo de uno
de los capataces egipcios que trabajaba para Carter, aprovechó el tirón de la
leyenda del niño aguador asegurando que Rassul era ese niño. “Hay decenas de
entrevistas de este hombre hablando del hallazgo y jamás contó nada del niño aguador
ni mucho menos que fuera él. Sin embargo, cuando se murió sus hijos se
inventaron que su padre era el niño aguador. Hoy tienen un restaurante en Luxor
(Egipto), y está repleto de entrevistas de su padre donde solo se dice que fue
el último testigo vivo del hallazgo”, afirma Ares.
Ni la ensaladilla rusa es rusa ni la tortilla francesa
viene de Francia
Lo que nos han contado. La lógica,implacable, nos ha hecho creer que estos platos cuyo
nombre hace referencia a ciertos puntos geográgicos del planeta provenían de
dichos lugares. Tomábamos ensaladilla rusa creyendo que su origen estaba en la
tierra de Sharapova, Irina Shayk y Leon Tolstoi, entre otros rusos ilustres; y
pedíamos tortilla francesa con la convicción de que su historia
iba ligada al país galo. La lógica nos decía que no podía ser de otra forma.
Lo que realmente es. Que la tortilla francesa
tiene lo mismo de francesa que las crepes que compras ultra congeladas en el
supermercado. El apellido francés viene del asedio de las tropas napoleónicas a
la ciudad de Cádiz en 1810. La escasez de alimentos y de patatas con las que
preparar la típica tortilla española provocó que los ciudadanos tuvieran que
cocinar el huevo batido sin condimentos. Con el paso de
los años siguió cocinándose esta tortilla a la que se llamaba “tortilla de
cuando los franceses” en referencia a los asediadores galos. De ahí que hoy a
esta tortilla se la llame tortilla francesa. Según el Institut Français, para
los franceses la única tortilla autóctona es la que lleva queso. Con la ensaladilla rusa ocurre algo parecido. Es rusa por obra y gracia de la casualidad.
Este plato lo creó en 1860 Lucien Olivier, un belga de origen francés afincado
en Moscú. El chef elaboró por primera vez esta receta en Hermitage, el
restaurante que regentaba en el centro de la ciudad rusa. El furor que causó la
ensalada hizo que fuera conocida popularmente como ensalada rusa. En Rusia, sin
embargo, se la llama ensalada Olivier.
Los restos de Santiago no reposan en Santiago de
Compostela
Lo que nos han contado. Que el Apóstol Santiago El Mayor fue decapitado por
orden del rey Herodes en Jerusalén, donde llevaba a cabo su labor de
evangelización. Tras su muerte, Atanasio y Teodoro (sus discípulos) recogieron
el cuerpo y lo llevaron en secreto en una barca a los lugares donde Santiago inició
su predicación en el norte de España. Así sus huesos acabaron en Santiago,
donde se construyó la catedral para recibir a los fieles que año tras año hacen
el peregrinaje.
Lo que realmente ocurrió. El obispo Teodomiro por su cuenta y riesgo
convirtió este lugar en el emporio religioso, turístico, económico y hotelero
que conocemos hoy. ¿Cómo? “En el año 813 d.c. los musulmanes correteaban a sus
anchas por España y a este obispo gallego no le hacía gracia. Para hacer frente
a la fe musulmana, se fijó en Roma y en la que montaron en torno a la basílica
de San Pedro, donde se encuentra la tumba del santo. Vio que hasta allí iban
peregrinos y se coronaban los emperadores. Siguiendo este ejemplo buscó la
tumba de algún apóstol popular en Hispania para lograr una peregrinación
similar”, explica Nieves Concostrina en La
ventana, programa de la Cadena Ser. Y aquí
empieza el lío. “Teodomiro encontró un sepulcro con tres cuerpos dentro. Según
él y solo según él, los de Santiago y sus dos discípulos. Emocionado, transmite
su descubrimiento al rey Alfonso II El
Casto y le pide que construya una
iglesia sobre la tumba para animar a la gente a peregrinar. Y así, tras varias
iglesias que fueron ampliándose y destruyéndose, acabó levantándose la actual
Catedral de Santiago, que solo durante el pasado mes de julio recibió 50.868
turistas, y comenzó la leyenda del Camino de Santiago. “Los huesos que allí se encuentran se sabe que son
falsos desde el mismo momento de su descubrimiento”, afirma categóricamente la
periodista. Ya lo dijo Unamuno: “Todo hombre moderno dotado de espíritu crítico
no puede admitir, por católico que sea, que el cuerpo de Santiago El Mayor
reposa en la catedral de Compostela”.
Si sabemos que la Tierra gira alrededor del Sol no es
gracias a Copérnico
Lo que nos han contado. Que Nicolás Copérnico, tras un estudio exhaustivo
del movimiento de los cuerpos terrestres, llegó a la conclusión de que la
Tierra giraba sobre su eje y que esta y el resto de planetas giraban a su vez
alrededor del Sol. Y no al contrario, como se creía hasta ese momento. Así
formuló la Teoría Heliocéntrica echándose encima a la iglesia, fiel defensora
de la teoría geocéntrica (esto es, que era el sol -y el resto de los planetas-
el que giraba alrededor de la Tierra). La Inquisición llegó a censurar la
teoría de Copérnico, ya que ponía en duda la omnipotencia de Dios, reafirmando
la inmovilidad de la Tierra.
Lo que realmente ocurrió. Fue el astrónomo y matemático griego Aristarco
de Samos el primero en percatarse de que nuestro planeta giraba alrededor del
sol. Así lo explicó en el tratado De
revolutionibus caelestibus mil años antes
de que lo mencionara Copérnico. "Aristarto de Samos vivió en el siglo III
antes de nuestra era. Fue él quien propuso el modelo heliocentrico que
dieciocho siglos más tarde mencionó en su obra Copernico", afirma el
catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid Javier Ordoñez. A pesar de que
Aristarco ya lo avanzó en el siglo III a.c., la Teoría Heliocéntrica no fue
tomada como una teoría consistente hasta que la formuló Copérnico en el siglo
XVI.
No está claro que Cervantes fuera manco
Lo que nos han contado. Que el autor de El Quijote perdió la mano izquierda mientras combatía en la
batalla de Lepanto, una
de los enfrentamientos navales más sangrientas de la historia. La batalla tuvo
lugar el 7 de octubre de 1571, en el golfo de Lepanto. Allí se enfrentaron
turcos otomanos contra la coalición cristiana Liga Santa, integrada por el
Papa, la República de Venecia y la monarquía de Felipe II.
Lo que realmente ocurrió. Una interpretación lingüistica erronea es la
culpable de que Cervantes haya
trascendido como el manco de Lepanto. En el siglo XVII se consideraba manco, no
solo a quien había perdido la mano, si no a cualquiera que tuviera inutilizado
un brazo parcial o totalmente. "No se sabe realmente si Cervantes perdió
una mano. Es probable que solo perdiera un dedo o parte de ella debido a los
disparos que recibió durante la batalla de Lepanto", explica a ICON el
historiador José Carlos Rueda Laffond.
España no es el país más antiguo de Europa
Lo que nos han contado. Que España es la nación más antigua de Europa. Esta afirmación
se ha convertido en un mantra de algunos partidos políticos conservadores.
“España goza de muy buena salud, es la nación más antigua de Europa”, dijo en
marzo pasado Mariano Rajoy, cuando todavía era presidente del gobierno.
Lo que realmente es. "Rajoy
sitúa el nacimiento del estado español en la época de los Reyes Católicos
(finales del siglo XV y principios del XVI) y alimenta el mito de que en 1492,
con Isabel y Fernando, el fin de la reconquista, la expulsión de los judíos y el
descubrimiento de América, se funda España. Parece como una maravillosa
conjunción astral, pero es falsa. El matrimonio de Isabel y Fernando no supuso
la fusión de dos reinos. Es más, hasta el siglo XIX las coronas de Aragón y
Castilla tienen monedas diferentes", asegura a ICON José Carlos Rueda,
profesor de Historia Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid.
Rueda afirma que en Europa es imposible empezar a hablar de naciones antes del
siglo XIX. Las declaraciones que concedió José Álvarez Junco, catedrático de
Historia del Pensamiento de la Universidad Complutense, a EL PAÍS coinciden con
la teoría de Rueda: "Rajoy confunde los conceptos de nación y Estado y
proyecta sus propios deseos en el pasado. Lo que define a una nación es un elemento
subjetivo: grupos de individuos que creen compartir ciertos rasgos culturales y
viven sobre un territorio al que consideran propio, mientras que los Estados
modernos son estructuras político-administrativas que controlan un territorio y
la población que lo habita". Según José Carlos Rueda, de tener que
señalar a alguna nación como la más antigua de Europa esta sería Francia.
"Con mil salvedades, podemos considerar que Francia tiene una estructura
estatal unificada más antigua que España (hasta finales del siglo XVII,
Monarquía Hispánica). Lo mismo respecto a sus límites fronterizos. O respecto a
su capitalidad (París), que existe como tal desde la Edad Media. La unidad
lingüística es también históricamente muchísimo más intensa que en
España", señala el historiador.
Esta última afirmación es puesta en duda por algunos
estudiosos, como uno de los mayores expertos franceses en la lengua, el francés
Alain Reyel. En una entrevista de 2017 con el diario francés Le Monde, explicó: "Francia es un ámbito lingüístico que reúne
a tres familias diferentes: la lengua oïl, que se convirtió en el francés
general; el occitano, como el gascón; el bearnés y el provenzal. En Francia, el
paso a lo que desde Dante se llama 'lengua vulgar' (no en el sentido
peyorativo, sino como sinónimo de espontáneo y natural) sucedió muy tarde. Y en
parte por eso Richelieu creó la Academia Francesa en el siglo XVII". En
otro momento de la entrevista, Reyel añade: "En los siglos XIX y XX, la
escuela laica, pública y obligatoria desempleño un papel importante en el
movimiento de unificación, que fue muy lento: antes de la Primera Guerra
Mundial, más de la mitad de los habitantes de Francia no hablaban francés.
Cuando estalló la guerra en 1914 la mitad de los soldados no entendían las
órdenes de los oficiales. La Primera Guerra Mundial fue la escuela de lengua
francesa más grande e importante, una escuela exclusivamente masculina, por
cierto".
Julio César nunca dijo: “Tú también, Bruto, hijo mío”
Lo que nos han contado. El 15 de marzo del 44 antes de Cristo, un grupo
de senadores, entre los que se encontraba Bruto (hijo de Servilia, amante de
César, que siempre gozó de la protección y simpatía de Julio César), apuñalaron
al dictador romano hasta llevarle a la muerte. Momentos antes de fallecer a
causa de las graves heridas, Julio César, que no podía creer la traición de
Bruto, pronunció una de las frases más célebres de la historia: "Tú
también, Bruto, hijo mío".
Lo que realmente ocurrió.Efectivamente, Julio César fue acuchillado varias
veces en las escaleras del Senado romano. Sin embargo, nunca articuló la frase
que el mundo se afana en adjudicarle. ¿Por qué entonces se cree que esto fue lo
último que dijo antes de morir? Probablemente, el hecho de que Shakespeare la
reprodujese en su obra Julio César (que data de 1599) ayudó a que el mundo lo
considerara un hecho histórico verídico. Por su parte, Plutarco (que nació el
45 después de Cristo) asegura en su obra que César no dijo tal cosa. Según el
filósofo griego, lo único que hizo el dictador antes de morir fue cubrirse la
cabeza con la toga al descubrir a Bruto entre sus asesinos. "Al ver a
Bruto con la espada desenvainada, se echó la ropa a la cabeza y se prestó a los
golpes", relata Plutarco en el tomo V de Vidas paralelas.
La frase se ha convertido hoy en un símbolo que representa la traición máxima.
El velcro no lo inventó la NASA
Lo que nos han contado. Que este sistema de adherencia basado en una
tira de pequeños ganchos de plástico y otra tira de fibras sintéticas que
quedan unidas al juntarse y se despegan de un solo tirón lo inventó la NASA. El
objetivo de la agencia del gobierno estadounidense responsable del programa
espacial civil era salvar la falta de gravedad que hay en el espacio ofreciendo
a los astronautas una forma sencilla y cómoda de ponerse y quitarse la
equipación.
Lo que realmente ocurrió. El ingeniero suizo George de Mestral, que nada
tenía que ver con la NASA, creó el velcro en 1948 tras pasar un día de caza en
el campo. Durante su paseo por la naturaleza le llamó la atención cómo las
semillas de las flores se adherían a su ropa. Al observarlas de cerca con
microscopio descubrió que sus puntas eran diminutos ganchos, de ahí que fuera
difícil despegarlas de la ropa. Maestral decidió inventar un sistema que
replicara el comportamiento de estas semillas y creó las populares tiras
adhesivas que hoy incluyen decenas de prendas, como casi todo el calzado
infantil. En los años 60, la NASA decidió incorporarlo en el equipamiento de
los astronautas y el sistema comenzó a popularizarse. El repentino uso masivo,
tanto para fines domésticos como deportivos (los trajes de los pilotos de
carreras y esquiadores lo incorporaron a sus uniformes), ayudó a que la
creencia de que los ingenieros de la NASA eran los creadores del velcro tomara
fuerza.
Los emperadores romanos no sentenciaban a muerte a los
gladiadores bajando el dedo
Lo que nos han contado. Vimos a Joaquin Phoenix (en el papel del emperador
Cómodo) ejecutar este gesto en la oscarizada Gladiator (Riddley
Scott , 2000) y lo tomamos por verdad absoluta. Por su parte, los libros, los
cuadros, el cine y la televisión se han encargado de alimentar la leyenda
haciendo creer al espectador que cuando un emperador bajaba su dedo pulgar en
el circo romano lo que estaba haciendo era sentenciar a muerte al gladiador que
se encontraba en desventaja en la arena.
Lo que realmente ocurrió. Todo lo contrario a lo que el cine nos ha
mostrado. Si el emperador alzaba su pulgar estaba instando al gladiador vencedor
a matar al gladiador vencido. Cuando el emperador quería salvar la vida del
gladiador introducía su dedo pulgar en el puño cerrado de la mano opuesta.
"Creer que los emperadores sentenciaban a muerte bajando el dedo pulgar es
un error que nos colaron vía Hollywood. Realmente la sentencia de muerte se
daba cuando el emperador romano levantaba el pulgar hacia arriba", explica
a ICON la historiadora María F. Canet.
Los signos del zodiaco no son 12
Lo que nos han contado. Que los signos del zodiaco –las constelaciones
zodiacales que la línea imaginaria que une nuestro planeta con el Sol va
señalando a lo largo de un año– son doce. Y que a todos nosotros, en función
del mes de nuestro nacimiento, nos corresponde uno que define nuestra
personalidad e incluso nuestro destino.
Lo realmente es. Hace
3.000 años la civilización de Babilonia dividió el zodiaco en doce partes,
adjudicando una constelación a cada una de ellas. Conscientes de que la
división zodiacal no resultaba en doce partes exactas, la adaptaron para
obtener un calendario práctico. Sabían que había una decimotercera constelación
llamada Ofiuco y la excluyeron deliberadamente. En 2016, la Nasa echó cuentas y explicó que el eje de la Tierra ni siquiera
apunta en la misma dirección que hace 3.000 años. Actualmente la línea
imaginaria entre la Tierra y el Sol apunta a Virgo durante 45 días y sólo 7 a
Escorpio. Es decir, si uno cumple años el 25 de marzo hasta ahora su signo
zodiacal era Aries, pero los nuevos cálculos de la Nasa desvelan que hoy le
correspondería ser Piscis.
Elvis será el rey pero no creó el rock
Lo que nos han contado. El libros de texto, en enciclopedias, en charlas,
en artículos de prensa... La frase se puede leer y escuchar en muchos foros:
"Elvis Presley inventó el rock and roll".
Lo que realmente ocurrió. "Es una teoría muy interesada esta de que
Elvis inventó el rock, sobre todo en los años 50 y 60, cuando la industria del
rock explotó y había mucho dinero en juego. Elvis era blanco, guapo, patriota,
de clase humilde... O sea, el sueño americano hecho carne. Él era el único que
podía convencer a los padres para que comprasen esa música del diablo a
sus hijos, además de a las potentes emisoras de radio y televisión. Elvis era
una marca blanca de algo muy
satánico, como era el rock and roll. Pero
no, el rock, como casi todos los géneros musicales perdurables, lo inventaron
los afroamericanos. Músicos negros como Joe Turner y su Shake, Rattle and Roll,Lloyd Price con Lawdy Miss Clawdy, Fats Domino con The Fat Man o
la gran Big Mama Thornton y su Hound
Dog (que luego haría Elvis). Años más
tarde llegarían Chuck Berry, Little Richards o Elvis. Lo que hizo Elvis, en
1954 con su That's all right, fue popularizar el rock and roll y llevarlo a
todos los rincones, que no es poco", explica el crítico musical Carlos
Marcos.
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